martes, 5 de noviembre de 2013

GUÍA PARA EL ESTUDIO DE ROMEO Y JULIETA

1. SHAKESPEARE Y SU ÉPOCA

Humanismo y Renacimiento

Con el Renacimiento se pone fin a la Edad Media y se da comienzo a la Edad Moderna. Durante el siglo XVI se produce una gran transformación política, social y económica en Europa: superación definitiva del feudalismo y aparición de un nuevo modelo de Estado ligado a la monarquía; desarrollo de la burguesía y establecimiento de una cierta independencia entre Iglesia y Estado; y consolidación de una economía libre de mercado, basada en el comercio y la actividad financiera.

La base ideológica del Renacimiento es el Humanismo, surgido en Italia durante los siglos XIV y XV y caracterizado por la visión antropocéntrica de la realidad, el ideal de armonía y equilibrio como fundamentos del arte, la recuperación de los modelos de la antigüedad clásica y el desarrollo del método experimental como medio de investigación racional del mundo.

La prosa renacentista se desarrolla en dos tendencias distintas: la novela y la prosa didáctica.

  • La novela es un género muy popular durante el Renacimiento, y presenta distintas modalidades: la novela de caballerías, derivada de la novela cortés medieval; la novela pastoril, en la que se narran historias de amor entre pastores en un marco natural idealizado; la novela morisca, que trata de aventuras fronterizas entre moros y cristianos; la novela bizantina, llena de aventuras casi siempre inverosímiles; y la novella o novela italiana, colecciones de relatos breves al estilo del Decamerón. Al margen del Lazarillo, probablemente la novela más importante del siglo, destacan dos títulos: Gargantúa y Pantagruel, novela satírica del francés François Rabelais, y la Arcadia, del italiano Jacopo Sannazaro, canon de la novela pastoril.
  • En cuanto a la prosa didáctica, son muchos los autores y obras destacados en este periodo. Así, en Italia, especialmente en la Florencia de los Médici, se desarrolla una amplia producción de prosa humanista: de carácter político, con El príncipe, de Maquiavelo, o El cortesano, de Baltasar de Casstiglione; o filosófico, con los Diálogos de Amor, de León Hebreo, desarrollo de las ideas neoplatonistas. En Francia encontramos la figura de Montaigne, autor de los Ensayos, que darán nombre a este género. En Inglaterra, Tomás Moro publica su Utopía.  Y en los Países Bajos surge una de las personalidades más influyentes del Renacimiento, Erasmo de Rótterdam, autor de una amplia obra en la que destaca su Elogio de la locura.
 SIGUE

La poesía renacentista se manifiesta igualmente a través de dos subgéneros diferentes: la poesía épica y la poesía lírica.

  • Los poemas épicos renacentistas se distinguen de los cantares de gesta medievales en que son obra de autores cultos y en que toman como modelo a los clásicos grecolatinos, como Homero y Virgilio. Las obras más importantes son Orlando furioso, de Ludovico Ariosto; la Jerusalén liberada, de Torcuato Tasso; y Os Lusiadas, de Luis de Camoens, considerada la obra más importante de la literatura portuguesa.
  • La poesía lírica es tal vez el género más importante de la literatura renacentista. Suelen distinguirse dos periodos diferentes, el primer Renacimiento y el segundo Renacimiento, cada uno de ellos en una de las dos mitades del siglo XVI. Los autores más destacados son Sa de Miranda, en Portugal; Giambattista Marino, en Italia; y, sobre todo, Pierre Ronsard, poeta francés célebre por sus poemas sobre el carpe diem. Cabe señalar también la poesía metafísica del inglés John Donne.

Barroco y Clasicismo

Durante el siglo XVII se va a producir una profunda crisis en Europa, que afecta a todos los órdenes de la vida: política, economía, sociedad, cultura, religión… Como consecuencia de ella se impone una visión negativa del mundo, un sentimiento generalizado de desengaño y pesimismo existencial, al que los artistas se enfrentan de dos maneras: a través de una visión moralista o por medio de la evasión de la realidad.

Esta etapa artística es el Barroco. Expresa un mundo lleno de dualidades, que se manifiestan en formas extremas, recargadas, exageradas, deformando el equilibrio renacentista.

Pero el Barroco no se produjo de forma sincrónica en todos los países europeos. Mientras en España, por ejemplo, pervive incluso en el siglo XVIII, en Francia  sólo se extiende por la primera mitad del siglo XVII: a partir de 1640 se impone el racionalismo, que retoma conceptos renacentistas como la imitación de los modelos clásicos, el didactismo, la verosimilitud, el equilibrio o el respeto a las reglas. Se trata del Clasicismo, que en el resto de Europa se desarrollará en el siglo XVIII.

La prosa del XVII ofrece sus mejores ejemplos en Francia, especialmente en el terreno filosófico y didáctico. Descartes, con su Discurso del método, sienta las bases de la filosofía racionalista: toda idea debe quedar subordinada al principio de verdad, y ésta es revelada por la razón. Como contraposición al racionalismo surge también en Francia el jansenismo –por el obispo Cornelius Jansen-, que desconfía de la razón como forma de conocimiento. Su principal exponente es Pascal, escritor y científico y autor de los Pensamientos. En otra línea, encontramos las Fábulas de La Fontaine  o  el Simplicissimus, novela picaresca del alemán Hans Grimmelshausen.

La poesía barroca tiene sus principales exponentes en España: Góngora y Quevedo. En Europa destaca por encima de todos el inglés John Milton, autor del poema alegórico El paraíso perdido, considerada la obra más importante de la literatura inglesa tras las de Shakespeare.

El teatro en los siglos XVI y XVII

Durante los siglos XVI y XVII se consolidan las formas y autores que van a configurar el teatro moderno europeo: Shakespeare, Lope de Vega, Molière… Así, el teatro se hace cada vez más popular: cada uno de los diferentes teatros nacionales europeos ofrecerá su propia versión de la nueva visión del mundo. Más allá del teatro religioso medieval o de los espectáculos cortesanos, se desarrolla un teatro verdaderamente popular, dignificado y elevado artísticamente por autores cultos que se inspiran en los modelos de las tragedias y comedias clásicas.
  • En Italia el precursor del nuevo teatro es Maquiavelo, con su comedia La Mandrágora. La aportación más original del teatro italiano es la commedia dell´arte: se trata de un teatro muy popular, en el que la trama se reduce a un mínimo esquema y los actores improvisan en escena. Los personajes son fijos, caracterizados por sus máscaras y atuendo: viejos antipáticos, como el Doctor o Pantalón; los criados, ingeniosos, como Arlequín o Polichinela; fanfarrones como el Capitán Spavento; o los enamorados.
  • En Francia el teatro no alcanza la misma dimensión popular que en otros países, y se mantiene en un plano más cortesano y académico, respetuoso con las normas clásicas. En la tragedia destacan (Fedra, Andrómaco) y Corneille,  (El Cid). En el terreno de la comedia el principal autor es Molière, uno de los más destacados dramaturgos de la literatura occidental. Como Shakespeare, fue un profesional del teatro: autor, actor, productor y director. Sus obras muestran prototipos universales de pasiones o caracterices humanos: Tartufo, el hipócrita y beato manipulador; El misántropo, retrato del necio incapaz de entender su realidad más cercana; El avaro, Don Juan, El médico a palos, El enfermo imaginario

El teatro isabelino

La época de Shakespeare se corresponde con el llamado periodo isabelino, que toma su nombre del reinado de Isabel I, hija de Enrique VIII y Ana Bolena.  Se trata de una etapa histórica en la que Inglaterra va a experimentar una profunda transformación económica, política, social e ideológica. El detonante de estos cambios es el conflicto religioso surgido del choque entre el catolicismo y la reforma protestante, entre la “merry old England” y el rigor moralista de los puritanos.

La generación de Shakespeare es la primera que se enfrentará a la necesidad de construir una nueva cultura y de encontrar una nueva identidad nacional y un nuevo lugar para el individuo. Y aunque estos cambios se producen en todos los órdenes, es en la literatura, y de manera especial en el teatro, donde se perciben con mayor claridad. El teatro religioso pervive en Inglaterra más tiempo que en otros países europeos, de modo que hasta finales del siglo XVI no se consolida un teatro verdaderamente popular encabezado por William Shakespeare. Las dos principales características de este teatro son:

  • La influencia de la comedia del arte italiana e incluso de prosistas italianos como Boccaccio.
  • La inspiración en la historia y las tradiciones nacionales inglesas.

Aunque oscurecidos por la figura de Shakespeare, el teatro isabelino cuenta con otros autores de mérito, como Thomas Kyd, precursor de la tragedia shakesperiana con su obra La tragedia española; Christopher Marlowe, cuyas obras desarrollan el tema del poder de la maldad y autor de La trágica historia del doctor Fausto, precedente de la obra de Goethe; o Ben Jonson, con el que Shakespeare inició su carrera y que fue su principal competidor. Jonson escribe un teatro llamado “de los humores”, siguiendo la teoría vigente en la época de que el carácter de las personas dependía de los humores o líquidos predominantes en su organismo. Su obra más representativa es el Volpone, comedia en la que un astuto personaje manipula a los demás explotando el vicio de cada uno de ellos.
2. ROMEO Y JULIETA Y LA OBRA DE W. SHAKESPEARE
William Shakespeare
Shakespeare nació en Stratford-on-Avon, en 1564, en el seno de una familia humilde. Aunque de noble estirpe, su padre trabajó la mayor parte de su vida como carnicero, y William trabajó en el matadero-carnicería desde muy joven. A los diecisiete años compuso su primera cuarteta. Conoció en una reunión de jóvenes amigos a Ana Hathaway, ocho años mayor que él, con la que se casaría poco después. En 1583, nacería su hija Susan y en 1585, sus gemelos, Judith y Hamnet. Abandonó después a su familia y marchó de su población natal. Nunca más volvería a saber de su esposa. Trabajó como maestro de escuela, como escribiente de un procurador y hasta fue cazador furtivo.
Detenido por esta actividad, encarcelado y procesado, tuvo que huir a Londres, donde su primera ocupación fue la de cuidar caballos a las puertas de los teatros. Poco después comenzó a trabajar en el teatro Black-Friars, el más concurrido de Londres. En 1587 pasó de apuntador a las tablas como comparsa y posteriormente como cómico. Siendo actor, comenzó a frecuentar algunas tabernas donde pudo relaciónarse con autores de cierta fama. 
En 1589 escribió su primera obra dramática, «Pericles», y dos años después, «El rey Enrique VI». A partir de entonces, no cesa de escribir obras. En 1607, el rey le concedió la dirección y explotación del Black-Friars, así como una participación en las ganancias del Globe Theatre, el más importante de Londres. Pese a todo, el censor  no dejó de causar problemas a Shakespeare. Prohibió la publicación de sus obras y dificultó algunos de sus estrenos. A pesar de todo, el teatro de Shakespeare no dejó de guardar una carga satírica y crítica contra algunos aspectos de la sociedad de su tiempo. En 1613, decidió retirarse a su casa de Stratford-on-Avon. Su situación económica había empeorado y se vio obligado a hipotecar;  a partir de este año vivió hasta su muerte en su New-Place, retirado por completo de su actividad literaria.




La obra de Shakespeare
Se conservan treinta y siete obras teatrales de William Shakespeare. Existen muchos criterios de clasificación: cronológicos, estilísticos, temáticos. Es habitual dividirla en tres grandes grupos:
  • Los dramas históricos. Su tema fundamental es la lucha por el poder; los personajes aparecen humanizados, sin tonos legendarios ni míticos. Dentro de los dramas históricos se distinguen dos tipos: los dramas basados en la historia inglesa, como Ricardo III o Enrique IV; y los dramas basados en la historia antigua, como Julio César o Antonio y Cleopatra (de asunto muy parecido a Romeo y Julieta).
  • Las comedias. Destacan por su análisis de los sentimientos humanos y por el virtuosismo de Shakespera para desarrollar tramas de enredo. Algunas tienen ambiente italiano, como Mucho ruido y pocas nueces o La fierecilla domada. Otras tienen carácter fantástico, como El sueño de una noche de verano, la obra más optimista del autor. Y algunas, pese a su carácter de comedia, tienen un trasfondo amargo y pesimista, como El mercader de Venecia.
  • Las grandes tragedias. Son las más importantes dentro de la producción de Shakespeare. Sus protagonistas se convierten en símbolos de las distintas pasiones humanas, siempre complejos y profundos. Romeo y Julieta son los prototipos de los amanntes apasionados, cuyo amor se ve truncado trágicamente por cirsunstancias adversas. Hamlet simboliza la indecisión, la duda, así como la venganza sangrienta. Otelo representa el poder destructivo de los celos. Macbeth es la ambición de poder, capaz de llevar a un hombre hasta el crimen. En El rey Lear, el protagonista acaba destronado y abandonado por todos, tras haber sido engañado por la hipocresía de dos de sus hijas, rechazando el verdadero amor de la tercera.
Además de dramaturgo, Shakespeare escribió también poesía: es autor de algunos poemas narrativos de asunto mitológico, y sobre todo de los Sonetos, de estilo petrarquista y gran belleza formal.
Alrededor de ciento cincuenta años después de la muerte de William Shakespeare en 1616, muchas dudas comenzaron a emerger en el ámbito literario británico, sobre la autoría del dramaturgo de las obras y poesías atribuidas a su persona. Desde entonces, diversos estudiosos han mantenido que Shakespeare tan solo puso la firma a las obras de otro u otros autores. Los indicios que han llevado a estos estudiosos a dudar de la autoría de Shakespeare se derivan, principalmente, de la calidad y complejidad de estas obras en contraposición con la falta de formación de Shakespeare.
La figura de Christopher Marlowe ha suscitado numerosas especulaciones, que lo relacionan con la obra de William Shakespeare. Según estas especulaciones, Marlowe sería el autor de gran parte de la producción literaria de Shakespeare. Estas especulaciones se apoyan en diversos aspectos oscuros de su biografía, principalmente su muerte, acaecida de manera violenta en Deptford, en el año 1593.Según la Teoría Marlowe, éste no habría muerto en esta ocasión. Todo habría sido un montaje. Habría pasado a Francia y, tal vez, habría llegado hasta Italia. Una vez fuera de Inglaterra, habría seguido en contacto con su protector, Thomas Walsingham, al que le iría entregando su producción literaria. Walsingham se habría encargado de buscar un hombre de paja que firmase estas obras. Los defensores de la Teoría Marlowe consideran que ese hombre de paja fue William Shakespeare, cómico aventurero que no rechazó el acuerdo a cambio de ganar unos dineros.
El criterio actual es que la autoría de las obras de Shakespeare está bien establecida, no dando relevancia a las dudas que se suscitan sobre esta autoría, considerándolas meras especulaciones.
Romeo y Julieta
En esta obra, Shakespeare cuenta la historia de dos jóvenes enamorados que a pesar de la oposición de sus familias, rivales entre sí, deciden luchar por su amor hasta el punto de casarse de forma clandestina. Sin embargo, la presión de esa rivalidad y una serie de fatalidades conducen al suicidio de los dos amantes. Algunas fuentes señalan que Shakespeare comenzó la obra en 1591 y la finalizó en 1595, pero la opinión más generalizada sitúa la escritura de la obra en 1597.
Aunque la historia forma parte de una larga tradición de romances trágicos que se remontan a la antigüedad, el argumento está basado en la traducción inglesa (The Tragical History of Romeus and Juliet, 1562) de un cuento italiano de Mateo Bandello, realizada por Arthur Brooke, que se basó en la traducción francesa hecha por Pierre Boaistuau en 1559. Shakespeare tomó varios elementos de estas obras, aunque, con el objeto de ampliar la historia, creó nuevos personajes secundarios como Mercucio y Paris.
El lector actual que se enfrenta a esta obra la encuentra dividida en actos y escenas. Pero esa división no es original de Shakespeare, sino que fue hecha en el siglo XVIII, en un intento de dotar a la tragedia de una apariencia más digna, más "grecolatina". La obra muestra algunas características representativas del genio de su autor, como la relevancia de los personajes secundarios, el uso de subtramas, el empleo de verso y prosa y, especialmente, la conversión de comedia a tragedia (a partir de la muerte de Mercucio en el acto III) y la precipitación del tiempo, que dan a la obra una gran tensión dramática.
Se trata de una de las obras más populares del autor inglés y, junto a Hamlet y Macbeth, la que más veces ha sido representada

Importancia y significación de la obra de Shakespeare
El teatro de Shakespeare no supuso una innovación, pero sí la conclusión de los esbozos que ya habían sido iniciados por anteriores autores: la mezcla de elementos cómicos y trágicos, la utilización del verso blanco, la conjunción de la prosa y las formas poéticas de una misma obra y otros factores literarios, habían sido ya preludiados por otros autores. Pero Shakespeare fue quien los perfecciónó y asumió en profundidad para darles un sentido plenamente innovador, casi revolucionario, e indudablemente magistral.

Sus obras no siempre se representaron inmediatamente después de componerlas. Los estrenos se preparaban, sin embargo, rápidamente, ensayando sobre el manuscrito por falta de tiempo para hacer copias. Ello ha ocasionado la pérdida de prácticamente todos los originales.
A su muerte su obra cayó en el olvido. En el siglo XVIII algunos autores hacen aparecer obras del gran dramaturgo, apropiándose de ellas y, hacia 1728, Voltaire llevó a Francia el legado de Shakespeare sólo para que sirviera de burla. Finalmente, Garrick rescató en Inglaterra al gran genio, con lo que se inició su revalorización. El paso de los siglos llevo a la obra del poeta a las cimas mas altas de la literatura.
Shakespeare fue un gran precursor de la escena moderna.  Superó el teatro medieval –lleno de misterios teológicos- y desnudó el alma verdadera del hombre para que los espectadores pudieran solazarse u horrorizarse con ella. Elevado por la crítica a la condición de clásico literario, Shakespeare constituye una fuente constante de inspiración artística. A partir del siglo XIX sus obras fueron representadas una y otra vez, hasta nuestros días, e incluso actualmente, “lo shakesperiano” constituye un banco de experiencia formidable para el teatro de vanguardia. 
3. TEMAS DE ROMEO Y JULIETA
La temática de Romeo y Julieta es compleja, y probablemente no existe un tema central en la obra, sino más bien un entramado de temas que se complementan unos a otros, estrechamente interrelacionados.
El amor

El amor intemporal es uno de los elementos representativos de Romeo y Julieta. Con el paso del tiempo, sus protagonistas han pasado a ser considerados como iconos del "amor joven destinado al fracaso". Una fuerte pasión une a los amantes en una relación excesiva y delirante ya que en seis días se conocen, se enamoran, se casan, tienen su noche de bodas y mueren. La historia de este amor es trágica desde el comienzo porque los protagonistas tienen que verse a escondidas y terminan en un fallido plan que los lleva al desenlace fatal.

El elemento opuesto al amor de los protagonistas es la rivalidad entre sus familias: los jóvenes amantes ven imposibilitado el deseo de hacer público su amor por el odio que se guardan sus familias. Aquí los personajes desafían a la sociedad, a sus familias, incluso cuando saben que las cosas van a terminar mal. Cabe interpretar que lo que Shakespeare intenta demostrar es que el amor es más fuerte que todo, incluso más que la muerte, y por supuesto los protagonistas tienen que morir para que esto llegue a sus últimas consecuencias. Por otro lado, cabe también entender lo contrario: Romeo y Julieta es, en efecto, una historia de amor, pero en el centro de la imposibilidad de la unión de los dos amantes y en el despiadado destino final de ambos, está la consideración del odio como fuerza mucho más poderosa y devastadora.

La concepción del amor en la obra es eminentemente renacentista: el amor es una fuerza real, que mueve a la acción más allá de una consideración exclusivamente platónica e incluso a su consumación en el acto sexual. Contrasta la pasión de Romeo con su comportamiento hacia su primera amada, Rosalina, casi una parodia del amor petrarquista. No obstante, aunque la pasión les domina, la pareja solo consuma su amor después de casados, cosa que les previene de perder la simpatía del público. Por otra parte, el lenguaje que utilizan es un contrapunto a esa naturaleza “real” de sus sentimientos.

Es interesante observar también las relaciones de género de los protagonistas. Aun dentro de una relación idealizada, Shakespeare crea una Julieta decidida, capaz de tomar iniciativas, con cualidades que tradicionalmente se hubieran considerado masculinas. Por contraste, Romeo aparece en ocasiones con un carácter femenino, con arrebatos de melancolía y desánimo.
El destino
El final trágico de la historia se debe fundamentalmente al destino, al azar, y no nace de los actos ni decisiones de los personajes. Éste es precisamente uno de los reparos que la crítica ha puesto tradicionalmente a la obra: no existe una fuerza trágica que emane de los personajes, sino que todo es resultado de la fatalidad, causa última de una serie de acontecimientos desafortunados que resultan trágicos por casualidad. Shakespeare maneja aquí los conceptos isabelinos de la fortuna (fortune) y el destino (fake), fuerzas volubles que a veces nos favorecen y a veces actúan en nuestra contra, siempre sin motivo aparente y sin que nadie pueda escapar a sus designios.
Un papel relevante en la influencia del destino en la historia de Romeo y Julieta lo desempeña el tiempo. Como marco de la acción, el tiempo es a la vez concentrado (unos pocos días) y acelerado. Es sujeto de la conversación de los enamorados, que a veces quieren que pase deprisa y a veces que se detenga. Pero sobre todo del tiempo depende la muerte fingida de Julieta y el tiempo desencadena la tragedia al no recibir Romeo la noticia del plan de Fray Lorenzo y despertar Julieta del letargo poco después del suicidio de Romeo.
El orden establecido
El amor de los protagonistas se ve dificultado por factores que conforman un orden establecido: la familia, la sociedad y el poder político. La familia representa, en la obra, el primer obstáculo para los amantes. Tanto Romeo como Julieta no tiene buena comunicación con sus padres: los Montesco recurren a Benvolio y los Capuleto al ama para conocer las inquietudes de sus hijos. Por otra parte, en el caso de Julieta, la autoridad paterna se impone a sus deseos personales.
El orden social se sustenta en una estructura medieval: el Príncipe en la cúspide, los amos y los criados. Tan sólo el boticario, con un papel importante pero muy breve, podría representar a la burguesía.
Por último, el poder político se manifiesta en dos elementos: la autoridad del Príncipe y, sobre todo, la rivalidad entre las familias, el principal escollo que dificulta el amor de los protagonistas.
4. ASPECTOS FORMALES DE ROMEO Y JULIETA

El principal rasgo estilístico de la obra es el cambio de la comedia a la tragedia. Esto lo podemos ver en el acto III donde antes de la muerte de Mercucio el guión tiende hacia una línea más cómica. Solo después de ese momento, adopta un tono serio y trágico. Aun cuando Romeo es desterrado, mientras Fray Lorenzo le sugiere un plan a Julieta para que ella pueda reunirse con su amado, la audiencia todavía puede esperar a que todo finalice bien entre ellos. El público queda en estado de suspense, lo que multiplica el sentimiento de tragedia final.

El dramaturgo utiliza una variedad de formas expresivas a los largo de la obra: prosa, verso blanco y pareados. La obra comienza con un soneto, aunque en su mayor parte está escrita en versos blancos. Shakespeare relaciona cada forma expresiva con situaciones diferentes: así vemos cómo Fray Lorenzo utiliza el sermón, mientas que el ama utiliza el verso blanco y un registro coloquial. Cuando Romeo habla sobre Rosalinda en el inicio intenta emplear el estilo de Petrarca. Este estilo poético también lo usa la Señora Capuleto para describirle a Julieta la apariencia física de Paris.

Los extremos de esta dualidad estilística son el lenguaje de los protagonistas y el del Ama y los criados. Las primeras intervenciones de Romeo, enamorado aún de Rosalina, son fiel expresión de los tópicos petrarquistas: dolor, distancia de la amada, rechazo de la compañía de otros, búsqueda de la soledad, idealización de la amada… Cuando los amantes se encuentran, mantienen el estilo petrarquista y retórico, en contradicción con su vivencia del amor, más carnal y pasional que platónico e ideal. Las dos figuras fundamentales son la metáfora y las imágenes antitéticas, que a veces se amontonan en los parlamentos de los enamorados. A este lenguaje literario y retórico se contrapone el lenguaje vulgar y hasta obsceno de los criados, el Ama y Mercurio.

Otro rasgo estilístico destacable en la obra es el humor, que Shakespeare crea por dos procedimientos distintos: determinados personajes, como los criados, al Ama, o el propio Capuleto, prototipos tomados de la comedia latina; y los juegos de palabras y réplicas ingeniosas.


5. ORIENTACIONES SOBRE EL COMENTARIO CRÍTICO


Vigencia de Romeo y Julieta en la cultura occidental

Música y Ballet

Al menos unas veinticuatro óperas se han basado en Romeo y Julieta. La más antigua, Romeo und Julie, apareció en 1776. Esta producción omitió gran parte de la acción relatada en el guión, así como a la mayoría de los personajes, contando asimismo con un final feliz. Ocasionalmente, se retomó en la sociedad contemporánea. Por otro lado, la ópera más conocida es Roméo et Juliette de Charles Gounod, estrenada en 1867. Tras su debut, pasó a ser considerada como un "triunfo" por la crítica. A partir de entonces, se ha interpretado a menudo a Roméo et Juliette. En lo que corresponde a la versión más conocida para ballet corrió a cargo de Sergéi Prokófiev.

Literatura

De las obras de Shakespeare, es la que más ha generado variaciones, ya sean trabajos producidos en versos narrativos o en prosa, pinturas, dramas, óperas y composiciones corales, orquestales y de ballet, así como distintas versiones para cine y televisión. En la lengua inglesa, al igual que en muchos países de habla hispana, la palabra "Romeo" se considera como sinónimo de "amante masculino". Respecto a parodias, Romeo y Julieta fue satirizada en Las Dos Furiosas Mujeres de Abingdon (1598) de Henry Porter, y Blurt, Master Constable (1607) de Thomas Dekker, específicamente en la escena del balcón, donde una heroína virgen recita palabras indecentes. Desde otra perspectiva, la obra shakesperiana influenció también en autores como Nicholas Nickleby  y Charles Dickens.

Cine

La historia de Romeo y Julieta ha interesado al cine por sus valores románticos y dramáticos. Existen versiones clásicas, como el Romeo y Julieta de Franco Zefirelli (1968), y contemporáneas, como el Romeo+Julieta de Baz Luhrmannn (1997). La adaptación de la obra al cine exige siempre cambios: supresión de escenas, añadidos, cambios expresivos, cambios en los marcos escénicos…

Conclusión

La obra de Shakespeare, Romeo y Julieta, sin lugar a duda representa ser un clásico de la literatura universal, ya que la misma se presenta como una obra atemporal que representa los conflictos vigentes en todas las épocas,  el tema central redunda en el amor, el odio, la venganza, la pasión, la muerte… es decir, los conflictos humanos más trascendentes y universales.

1 comentario:

  1. Concha, en mi opinión, gran parte de los ejercicios 1 y 2 son prescindibles.

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