MATERIAL PARA EL ESTUDIO DE PATRICIA HIGHSMITH
1. PATRICIA HIGHSMITH Y SU ÉPOCA
Nació el 19 de enero de 1921 en Forth Worth, Texas, con el
nombre de Mary Patricia
Plangman. Sus padres se separaron antes de que naciese. Pasó los
primeros años de su vida con su abuela y su juventud en el Greenwich Village de
Nueva York. Mantuvo
una relación intensa y complicada con su madre y con su
padrastro. Highsmith nunca
superó esta relación de amor y odio, que la acompañó durante el
resto de su vida.
Cursó estudios de Periodismo en la Universidad de
Columbia y publicó su primer
cuento a los 24 años en la revista Harper´s Bazaar. En esa época
descubre su
homosexualidad. Cinco años más tarde saltó a la fama de la mano
de Alfred Hitchcock,quien adaptó su primera novela, Extraños en un tren (1951).
Su vocación por la escritura fue tempranísima; fue una voraz
lectora, preocupada sobre todo por cuestiones relacionadas con la culpa, la
mentira y el crimen, que más adelante serían los temas centrales en su obra. A
los ocho años descubrió el libro de Kart Menninger La mente humana y quedó fascinada por los casos que describía de pacientes afligidos
por enfermedades mentales. Los análisis de este autor sobre las conductas anormales
influyeron en su percepción de los personajes literarios. Sus libros tienen como
protagonistas a hombres y mujeres que atraviesan por situaciones comunes que se
tornan peligrosas y los obligan a defenderse con una moral egoísta y tramposa.
Sintió el rechazo por sus historias pesimistas y despiadadas, su
conducta personal y
por sus ideas políticas contrarias al ideal del "sueño
americano". Dejó Estados Unidos
en 1963 y se radicó en una pequeña casa en las montañas suizas.
Se dedicó
íntegramente a la literatura los 74 años que le tocó vivir. Su
extensa obra así lo
atestigua: más de 30 libros entre novelas, colecciones de
cuentos, ensayos y otros
textos. A causa en gran parte de su alcoholismo, nunca tuvo una
relación sentimental
de larga duración. Conservó su vida privada en estricta reserva
y rehuyó la compañía
de la gente; de hecho, Patricia Highsmith falleció sola en
Locarno, Suiza, el 4 de febrero de 1995.
Después de 1945, EEUU y la
URSS se convirtieron en las nuevas y únicas potencias del mundo.
Todas las demás antiguas potencias pasaron a un segundo nivel. La Sociedad de Naciones fue
reemplazada por la ONU,
que, a diferencia de la anterior, tuvo su sede en Nueva York y no en Europa. La URSS que había sido aliada de
los países que derrotaron a Alemania y las demás naciones del Eje, rápidamente
se vio transformada en el "enemigo de occidente" y el mundo vio
formarse lo que se conoció como "Guerra Fría". En
la década de 1950 la URSS
y EEUU iniciaron una carrera armamentista sin precedentes hasta formar un
arsenal capaz de destruir todo el planeta. Nace entonces en los Estados Unidos
un sentimiento de temor y patriotismo extremo, que desembocará en un clima de
opresión intelectual: la caza
de brujas del senador McCarthy. Al mismo
tiempo, comienza a desarrollarse, con el bienestar económico, la sociedad de consumo y el “american way of life”, que tanto rechazó Patricia Higshmith.
Durante esta segunda mitad del siglo, la narrativa norteamericana adquiere un papel relevante. Tras los precedentes
de la “generación perdida” y Faulkner,
una gran cantidad y variedad de novelistas se van sucediendo a partir de
los años cincuenta: los novelistas
sureños, los afroamericanos, los de origen judío… El autor más importante del momento es J.D.Salinger. A finales de los 50 surge la llamada “generación beat”, contraria
a los convencionalismos sociales y culturales, y muy vinculada a la nueva cultura
musical y artística. Paralelamente aparecen autores que, al igual que en
Europa, buscan una renovación
del género, cuestionando el realismo clásico. La
tendencia más influyente en las últimas décadas será el “realismo sucio”.
Patricia Highsmisth
permanece, sin embargo, como una escritora independiente de esa evolución. Su
obra se enmarca dentro de la tradición de la novela negra, aunque desde planteamientos
absolutamente renovadores. Este género, iniciado en el siglo XIX por Edgar Allan Poe y Arthur Conan Doyle, ha tenido una gran presencia en la narrativa del siglo XX, en
forma de diversos subgéneros, y en la actualidad goza de una enorme popularidad,
con la incorporación de autores de casi todos los países, en especial escandinavos,
como H. Mankell o Stig Larson.
Finalmente, no se debe pasar por alto el auge que, a partir de las
primeras décadas del siglo XX, la mujer ha ido ocupando un lugar cada vez más importante en la
literatura, aportando nuevos puntos de
vista y nuevos temas: el cuestionamiento de un mundo exclusivamente masculino,
la renovación de los esquemas tradicionales de familia y relaciones personales,
el desarrollo de su papel en la sociedad o la nueva sexualidad.
2. EL TALENTO DE MR. RIPLEY Y LA OBRA LITERARIA DE
PATRICIA HIGHSMITH
Patricia Highsmith dedicó
su vida a la literatura y es autora de una extensa obra,
compuesta por novelas, colecciones de cuentos, ensayos, diarios,
cartas y otros textos, traducida a más de veinte idiomas.
Suelen distinguirse dos
etapas en la narrativa de Patricia Highsmith: 1950-1979 y 1980-1995, separadas
por la publicación de la cuarta entrega de la saga de Ripley. A la primera
etapa pertenecen obras como Extraños en un tren (1950),
cuyo argumento es ya representativo de las obsesiones de la autora: dos
desconocidos coinciden en un tren y deciden asesinar cada uno de ellos al
enemigo del otro (la esposa y el padre,
respectivamente), evitando así ser relacionados con los crímenes.
En 1953 publica, bajo el seudónimo de Claire Morgan, El precio de la sal, novela sobre un amor lésbico que, contra las convenciones de la
época, tiene un final feliz. Volvió a publicar esta novela en 1991 con el
título de Carol.
En 1955 comienza su serie
de novelas sobre el personaje de Tom Ripley, con El talento de Mr. Ripley, a la que seguirán La máscara de Ripley (1970) y El juego de Ripley (el amigo americano) (1974). Otras novelas de esta primera etapa son Mar de fondo (1957), El grito de la lechuza (1962),
La celda de cristal
(1964), El temblor de la falsificación (1969) y Rescate por un perro (1972).
La obra maestra de Highsmith es El diario de Edith (1977),
protagonizada por una mujer que va sustituyendo la realidad por sus fantasías,
hasta llegar a situaciones absolutamente terroríficas. Completan esta etapa colecciones
de relatos como Pequeños cuentos
misóginos (1975).
La segunda etapa comienza con la publicación de Tras los pasos de Ripley (1980),
cuarta entrega de la serie, que se completará con Ripley en peligro (1991). A esta etapa pertenecen también La casa negra (1981), Gente que llama a la puerta (1983),
sobre el fundamentalismo cristiano, o su última novela Small G: un idilio de verano (1995), así como las colecciones de relatos Crímenes bestiales (1983) y Sirenas en un campo de golf (1985).
Al margen de su obra
narrativa, destaca su ensayo Suspense, cómo se escribe una
novela de intriga (1966), en que reflexiona sobre su propia manera de contar
historias.
El talento de Mr. Ripley empieza
cuando Mr. Greenloaf, un millonario americano,
contrata a Tom Ripley para que convenza a su hijo Dickie de que
abandone Italia,
donde lleva una vida bohemia y despreocupada, y regrese a Nueva
York y al negocio
familiar. Ripley acepta el encargo y marcha a Italia, donde encuentra
a Dickie y a su
novia, Marge. Entabla con ellos una interesada amistad, que se irá
haciendo cada vez
más compleja y turbadora, hasta que Ripley asesina a Dickie y
adopta su personalidad.
Tras superar una serie
de contratiempos y dificultades, que incluyen otro asesinato,
Ripley termina por hacer creer a los padres de Dickie y a Marge
que su amigo ha
podido suicidarse o estar oculto en alguna parte, e incluso logra
la cesión del
testamento de Dickie. Este tema de la relación entre dos hombres,
normalmente de un carácter muy distinto – a veces, el bien y el mal-, será muy
habitual en las novelas la autora. Patricia Highsmith escribió que la idea de
esta novela se le ocurrió durante su primer viaje a Europa, contemplando a un
joven que paseaba por la playa de Positano. A partir de esta imagen ideó una
historia sobre dos jóvenes parecidos, uno de los cuales acaba por matar al otro
y asume su identidad. Inicialmente, la novela debía titularse La búsqueda del mal, y más tarde Los chicos del placer.
Finalmente la publicó en 1955 con el título definitivo de El talento de Mr. Ripley. También es conocida como A pleno sol, título
de su primera adaptación cinematográfica.
La intención principal de
la novela, según su propia autora, es mostrar el triunfo del
mal sobre el bien “y recrearme con ello. Haré que mis lectores también se recreen”. La autora analiza y describe minuciosamente la mente del
asesino, sus motivaciones, su ausencia de culpa, su ambigüedad moral, que atrae
y repele al mismo tiempo. El libro es uno de los principales exponentes del
género de psicología criminal, en el que el punto de atención del lector se
desplaza del proceso de investigación y descubrimiento a la visión del asesino,
asistiendo como espectador privilegiado a la elaboración y ejecución del
crimen. De hecho, el lector no desconoce, como ocurre en las novelas policiacas
tradicionales, la identidad del asesino: al contrario, sabe todos los detalles
y las razones que lo mueven a actuar. El detective o investigador, héroe hasta
entonces de este tipo de novelas, pasa a un segundo plano, porque lo que
interesa es el significado mismo del crimen, no su investigación.
El libro recoge influencias de la novela negra americana, con
autores con Dashiell
Hammet, Raymond Chandler o Ross McDonald, pero también de autores clásicos
como Dostoievski o Kafka. Obtuvo éxito y popularidad inmediatos, y
fue adaptada al
cine en 1960 por René Clement, y posteriormente en 1999 por
Anthony Minghella.
3. TEMAS DE LA OBRA
El tema constante en la
obra de Patricia Hisghsmith es el horror instalado en lo
cotidiano: la angustia, el desasosiego, la amenaza… que surgen de
repente en medio de la existencia más rutinaria, como fantasmas que se instalan
en la mente de los
personajes.
El talento de Mr. Ripley es una novela compleja, en la que se abordan muchos temas
diferentes siempre en relación a un tema central: los conflictos interiores del hombre contemporáneo: la propia identidad, la culpa, la relación con los demás, la
integración en la sociedad, la ambición…
El mal
El interés de Patricia
Hisghsmith por la psicología criminal la lleva a plantear estos
conflictos en personalidades extremas, perturbadas, que le sirven
como objeto de
análisis de las desviaciones de la mente humana hacia la mentira y
el crimen. Una de
sus influencias principales es la Karl Menninger,
cuyo libro La mente humana, que
incluye estudios científicos sobre conductas anormales y casos de
pacientes con
enfermedades mentales, es fundamental en la obra de Highsmith.
La propia autora expresó
que el propósito de su novela era mostrar el triunfo del mal sobre el
bien. Aquí el mal aparece personificado
en la figura de Tom Ripley:
peligroso, perturbado, mentiroso, desequilibrado… y a la vez
lógico y pragmático en
sus actuaciones. Carece de sentimiento de culpa, aunque tampoco
disfruta con el
crimen, que no es más que una vía para lograr sus propósitos.
El deseo de integración
Ripley se considera un
don nadie, que debe esforzarse para ser aceptado. Envidia a otros,
como Dickie, que forman parte del grupo de manera natural, por sí mismos.
Anhela ser parte de esos grupos sociales, desea ante todo agradar,
ser simpático, y no duda para ello en actuar según lo que intuye que esperan de
él y no según sus propios impulsos. Este deseo compulsivo de integración deriva,
paradójicamente, en un inmenso rencor hacia esos mismos que no terminan
de aceptarlo. Desprecia, al
comienzo de la novela, a sus propios amigos, a los círculos en los
que se mueve, y
envidia el modo de vida de los más ricos. Pero acaba también
sintiéndose solo y
despreciando igualmente a sus nuevas amistades.
Los límites de la identidad
Uno de los más
importantes efectos de la crisis de valores del mundo contemporáneo, el que surge
tras la Segunda Guerra
Mundial, es la desorientación. El individuo se siente perdido, en medio de un
mundo que le ofrece grandes posibilidades de bienestar material –la sociedad de
consumo- pero que al mismo tiempo ha perdido el sentido de lo esencial,
sustituyéndolo por lo inmediato –el placer, los bienes, le existencia-. La apariencia cobra
más importancia que la propia esencia, lo externo se impone a la interioridad.
De este modo, la vida se convierte en una representación, en la que basta con
una adecuada caracterización para convertirse en el personaje.
Esto lo comprende Tom Ripley a la perfección: entiende que los
trajes de Dickie, la voz
de Dickie, el estilo de Dickie… lo convierten en Dickie. Es el
tema del doble, pero aquí
la suplantación va más allá de lo meramente externo –de hecho, no
son tan parecidos
físicamente-: los límites de la identidad son tan difusos que
basta con adoptar el
aspecto de otro para acabar siendo ya ese otro.
La ambigüedad moral
Otra de las
características del hombre contemporáneo: las fronteras entre lo bueno y lo malo,
entre lo moral y lo inmoral, tan nítidas en otras épocas, se difuminan, se
confunden. Ripley actúa en su beneficio, según las reglas de su
propia moral, es decir,
de su ausencia de moral. Lo mueven la ambición, el deseo de tener cosas, de
disfrutarlas, de vivir la vida de rico que envidia desde el primer
momento en Dickie.
No duda en llegar al asesinato para lograrlo, y después siente
temor ante la posibilidad
de ser descubierto, pero no culpa por los actos
cometidos, hasta tal punto que acaba
por vivir cómodamente en su mentira y es capaz de enfrentarse sin
ningún
remordimiento a la novia y al padre de su amigo.
La ambigüedad sexual
Desde que Ripley encuentra a Dickie se establece entre ellos una relación extraña, que en algunos momentos se convierte en dependencia mutua. Para
Marge, Tom es un “invertido”, lo que él niega. Sin embargo, Dickie llega
también a creerlo. Por otra parte, Ripley nunca encuentra atractiva a Marge, ni
aparecen personajes femeninos en su entorno. Existen celos, y se forma un triángulo en
el que se intuye algo más que el
interés de Tom por escalar socialmente y participar de la vida
ociosa de Dickie.
La crítica social
Patricia Highsmith nunca se sintió a gusto en la sociedad
americana de su época: su
personalidad, sus inclinaciones políticas, su homosexualidad –o
bisexualidad, en
realidad-, sus relaciones familiares… la llevaron a cuestionar el american way of life o sueño americano, en todas sus manifestaciones: el matrimonio, la ambición, el
materialismo, la falta de cultura de sus compatriotas, la
superficialidad de las
relaciones humanas… Tom Ripley se convierte en una especie de caricatura de ese sueño
americano.
Frente a Estados Unidos, Europa aparece como un mundo diferente,
donde aún puede vivirse de una manera más humana y con mayor libertad. En la
novela aparecen muchos personajes norteamericanos, cuyo carácter se contrapone
con frecuencia al francés o al italiano. Sin embrago, tampoco Europa está
exenta de crítica: ineficacia, decadencia material, informalidad…
Otros temas
Con menor peso, aparecen en la novela otros temas como la gran ciudad (Nueva York, Roma, París), las referencias literarias (a
autores con Henry James, Shakespeare o Malraux), el arte (Dickie
es amante de la pintura, Ripley visita monumentos y lugares históricos), el paisaje (Mongibello,
Capri), etc.
4. ASPECTOS FORMALES Y ESTILÍSTICOS
TÉCNICAS NARRATIVAS
La
historia está narrada por un narrador externo en tercera persona. Adopta
una
perspectiva omnisciente, y existe focalización en el personaje protagonista,
puesto
que la narración está limitada casi siempre por el punto de vista de Tom
Ripley:
lo que el narrador ve coincide con lo que ve el personaje, de la misma
manera
que ocurría en La metamorfosis. No obstante, este punto de vista único
se
completa con el uso de otras voces, en forma de cartas o artículos de prensa.
El
relato, por la presencia de este narrador omnisciente y su linealidad se
aproxima
a la estructura tradicional. A veces la autora hace uso de la técnica del contrapunto,
cuando ofrece varias versiones de un mismo hecho a través del testimonio de
diferentes personajes, cartas o artículos.
La
estructura externa de la novela está compuesta por treinta capítulos. La
acción
se desarrolla en tres partes:Planteamiento (capítulos 1-6): Tom es contratado
en Nueva York por el señor Greenleaf para que acuda a Italia y haga volver a su
hijo Dickie. Ripley acepta el encargo y marcha en barco a Europa.
Nudo
(capítulos 7-28): se estructura en tres bloques:
En
los capítulos 7 a 12 se narra el encuentro entre Ripley y Dickie y la extraña y
turbia relación que se establece entre ambos y Marge Sherwood. Concluye con el
asesinato de Dickie a manos de Tom en San Remo.
En
los capítulos 13 a 20, Tom adopta la personalidad de Dickie. Se instala en
Roma,
evitando las visitas de amigos de Dickie y especialmente de Marge. Uno
de
esos amigos, Freddie Miles, sospecha de él y Ripley termina asesinándolo.
Marcha
a Palermo.
En
los capítulos 21 a 28, Tom recupera su personalidad, ante las sospechas de la policía
de la culpabilidad de Dickie en el asesinato de Freddie Miles. Se instala en
Venecia, donde recibe la visita de Marge, del señor Greenleaf y de un detective
contratado por éste para encontrar a su hijo.
Desenlace
(capítulos 29 y 30): libre ya de sospechas, escribe el testamento de
Dickie
en el que lega a Tom sus bienes. El seños Greenleaf acepta la voluntad de su
hijo, y Tom marcha a Atenas, donde planea iniciar una nueva vida.
La
historia transcurre en diversos escenarios: de Nueva York pasa a Europa:
París,
Pisa, Nápoles, Mongibello, Roma, San Remo, Palermo, Venecia y Grecia.
Hay
alusiones a otros lugares como Mallorca o Capri, que Ripley quiere visitar.
Los
cambios de escenario son constantes, y se alternan interiores –el
apartamento
de Nueva York, la villa de Mongibello, los hoteles, la casa en
Venecia-
con exteriores, especialmente urbanos, que son descritos con detalle.
El
relato transcurre en un poco menos de dos años, entre septiembre y junio de, probablemente,
1954 y 1956. Las fechas pueden extraerse de las cartas y de
algunos
datos surgidos en las investigaciones policiales. La acción principal se
desarrolla
de manera lineal, con algunas elipsis significativas. La autora emplea
también
flash-backs, a veces muy breves.
Por
la novela desfilan muchos personajes. Además del protagonista, los
personajes
principales son Dickie Greenleaf, Marge Sherwood, Herbert
Greenleaf
y Freddie Miles. Personajes secundarios son Emily Greenleaf (madre
de
Dickie), el detective McCarron o el teniente Roverini (de la policía italiana).
A
ellos hay que añadir otros como los amigos neoyorquinos de Tom o los
residentes
en Mongibello.
ASPECTOS ESTILÍSTICOS
En
general, el estilo de Patricia Highsmith
destaca por su sobriedad y
concisión. Busca ante todo la creación de
una sensación de opresión y angustia, a través del estudio psicológico de los
personajes y de su capacidad para sugerir la presencia del horror y la tragedia
en medio de la más anodina cotidianeidad.
Su lenguaje es claro y directo, y no abunda en
recursos. En cierto modo, es
precedente
–primero- y contemporánea –después- de una de las principales
tendencias
de la narrativa norteamericana de las últimas décadas: el realismo
sucio, de autores como Raymond Carver o Richard Ford.
Su
prosa mantiene siempre un tono neutro y objetivo,
como un testimonio
impersonal de los hechos, las motivaciones y
las actitudes de sus personajes.
Destaca
sin embargo el uso de las metáforas,
especialmente en las
descripciones.
El
procedimiento discursivo principal
es la narración. La acompaña de
frecuentes
diálogos, habitualmente en
estilo directo. Son también abundantes
las
descripciones y
las reflexiones del protagonista.
Precisamente
para expresar estas reflexiones de Ripley, fundamentales en la
novela
por la focalización que sobre él se establece como pauta narrativa,
Patricia
Highsmith hace uso de uno de los recursos características de la novela
moderna:
el estilo indirecto libre,
que consiste en la expresión de los
pensamientos
del personaje de la manera exacta en que éstos fluyen, aunque
manteniendo
el narrador en tercera persona. A veces, la presencia de este
narrador
no se percibe, dando lugar a una expresión aún más directa de los
pensamientos
de Ripley: esta técnica se conoce como monólogo interior o
corriente de conciencia.
5. ORIENTACIONES PARA EL COMENTARIO CRÍTICO
5.1. RELACIÓN CON OTROS MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS Y
CULTURALES.
Relaciones con la literatura.
En
el tratamiento del tema de la culpa, el referente principal es Dostoievski,
especialmente
el personaje de Raskolnikov de Crimen y castigo.
Igualmente la
idea
de un personaje dispuesto a cualquier acto, incluso el crimen, por obtener
lo
que desea tiene modelos en El retrato de Dorian
Gray, de Óscar Wilde,
o en el Fausto de Goethe. El sentimiento de opresión que sufren los personajes
de
Highsmith
la acerca también a Kafka.
Dentro
de la narrativa norteamericana,
ya se ha señalado las similitudes
estilísticas
con el realismo sucio (Raymond Carver, Richard Ford), y también con
otros autores coetáneos como Philip Roth o Paul Auster.
Especialmente
relevante es su papel en el desarrollo de la novela
negra. Este
género
surge de la tradicional novela policiaca o de intriga, iniciado por Poe y
Conan Doyle, con sus personajes de Arsenio
Lupin y Sherlock Holmes,
respectivamente,
y en otra línea por Wilkie Collins y
sus novelas La piedra lunar y La dama de blanco. Obtuvo un gran éxito y un
rápido desarrollo durante el siglo
XX, con autores como Agatha Christie o
los norteamericanos Chandler o Hammet.
En la actualidad es un fenómeno de masas, especialmente a partir del boom que supuso la saga Millenium, de Stig Larson. Existen autores en todos los países, incluyendo España (Lorenzo Silva, Vázquez Montalbán), aunque destaca especialmente el auge de los novelistas
escandinavos: Mankell, Indridasson, Lackberg…
Por
último, se puede hablar también del desarrollo de la literatura femenina
durante
el siglo XX. Ya en el siglo XIX aparecen las primeras escritoras
relevantes,
especialmente en Inglaterra: las hermanas Brontë o Jane Austen.
Durante
el siglo XX la presencia de la mujer en la literatura es cada vez más
frecuente:
Gertrude Stein, Virginia Woolf, Marguerite
Duras, Simone de
Beauvoir… Incluso en la propia novela
negra hay abundantes ejemplos, como
Camilla Lackberg, Asa Larson o Donna Leon. Un buen tema de discusión sería
si
existe el punto de vista femenino en la literatura,
si la mujer refleja en sus
libros
una visión del mundo y de la realidad específicamente femenina o. por el
contrario,
no existen diferencias debidas exclusivamente a la condición de
mujer
o de hombre, más allá de las meramente contextuales: nacionalidad,
circunstancias
personales, etc. En cualquier caso, lo que sí existe es una especie de
orientación literaria hacia el público femenino, la llamada chic-lit, en la que curiosamente la
mayoría de autores son mujeres.
Relación con otras
manifestaciones artísticas y culturales
Las
influencias de Patricia Highsmith no se reducen únicamente a lo literario,
sino
que se extienden a otros campos como la filosofía (Nietzsche, Kierkeggard, Sartre)
o la psicología (Fromm o el ya citado Menninger). En la novela aparecen frecuentes
referencias a otras manifestaciones artísticas, como la pintura, la música o la
arquitectura.
Muy
importante es la relación de la novela con el cine y la televisión. La obra ha
sido
adaptada al cine en dos ocasiones, por René Clement en 1959, con el título de A
pleno sol, y por Anthony Minghella en 1991. También fue adaptada para la
televisión y la radio. Y otras novelas de la serie también han sido llevadas al
cine: la mejor de esas adaptaciones fue El amigo americano, de Wim Wenders, en
1977, que se convertiría en una de las películas más significativas de los años
70.
TEMAS PARA LA VALORACIÓN PERSONAL
Éste
es un campo más libre. Como sugerencias, se puede hablar de:
· Los límites entre el bien y el mal.
¿Quién los marca? ¿De dónde surgen
los
conceptos de bien y mal? ¿Qué relación hay entre el bien y lo
políticamente
correcto? ¿O entre el bien y la hipocresía social?
· La desigualdad social, especialmente motivada por el
status económico.
El
materialismo de la sociedad. La jerarquización social por motivos
puramente
económicos: tanto tienes, tanto vales. Recordar cómo ya
Dostoievski
hablaba de esto en El jugador,
o Kafka en La metamorfosis.
· La homosexualidad. La actitud de la sociedad ante
este hecho. Polémicas
al respecto