Durante la segunda mitad del siglo XIX se produce la sustitución de la estética romántica por el realismo, en un proceso que abarca tres etapas:
- Desde 1830 hasta 1848 el Romanticismo sigue siendo el movimiento cultural dominante, pero algunos escritores comienzan a preocuparse por describir más objetivamente el entorno: es el caso de Stendhal y Balzac.
- A partir de 1848 el realismo se impone en toda Europa: Francia (Flaubert), Inglaterra (Dickens), Rusia (Tolstoi, Dostoievski) y España (Galdós).
- A partir de 1875 el realismo se desarrolla a través del naturalismo, propugnado por Zola, aunque los límites entre ambos movimientos no están siempre claros.
La aparición del realismo está íntimamente unida al desarrollo histórico y a los cambios sociales, políticos y económicos que se suceden en la segunda mitad del XIX. La burguesía se consolida como clase dominante, apoyándose en la posesión de la riqueza. El capitalismo, unido al gran progreso técnico y científico, supone el predominio de la industria como medio de producción de riqueza en detrimento de la agricultura, culminando así la revolución industrial. El liberalismo democrático será el sistema de organización política en buena parte de Europa, aunque bajo gobiernos autoritarios.
Las ideologías predominantes durante el periodo realista se basan en el análisis de la realidad, frente al idealismo romántico. Es la época del positivismo, que basa su análisis de la realidad en el estudio de los fenómenos objetivos, y que traerá consigo nuevas teorías como el evolucionismo, el determinismo o las teorías sobre la herencia. El resultado de esta nueva visión de la realidad es un extraordinario progreso técnico y científico: avances médicos, descubrimientos geográficos, construcción de líneas telegráficas y ferroviarias...
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