martes, 1 de marzo de 2011

Trabajo sobre "El jugador" de Dovstoievski


TEXTO

Sí; a veces la idea más absurda, la idea más fantástica en apariencia, se apodera de nosotros con tal fuerza que acabamos por creerla realizable...Más todavía: si esa idea se asocia a un deseo violento, apasionado, se considera como algo fatal,ineludible, predestinado.
Quizá medie en ello un no sé qué, una combinación de presentimientos, un esfuerzo extraordinario de la voluntad, una intoxicación por la propia imaginación. Lo ignoro; pero aquella noche -que no olvidaré nunca- me ocurrió una aventura prodigiosa. Aunque se explica perfectamente por la aritmética, continúa, sin embargo, siendo prodigiosa a mis ojos.
¿Y por qué, por qué esta certeza estaba tan profundamente arraigada en mí, y desde hacía tanto tiempo? Pensaba en ello -lo repito- no como una eventualidad, sino como algo que debía necesariamente ocurrir. Eran las diez y cuarto. Entré en el casino con una viva esperanza, pero también con una agitación tal como nunca hasta entonces sintiera. Había aún bastante gente en las salas; menos, sin embargo, que durante el día.
A esta hora no quedan en torno del tapete verde más que los jugadores empedernidos que han acudido al balneario sólo por la ruleta y no se interesan por ninguna otra cosa durante toda la temporada, y apenas se dan cuenta de lo que pasa en torno suyo. Juegan desde la mañana hasta la noche y estarían seguramente dispuestos a continuar jugando hasta la madrugada, pues sólo de mala gana se retiran cuando, hacia las doce, se para la ruleta. Y cuando el croupier principal anuncia "Les trois derniers
coups, messieurs" están dispuestos a arriesgar en aquellas tres últimas jugadas cuanto tienen en los bolsillos. Es a esta hora, en efecto, cuando se observan las mayores pérdidas.
Me dirigí hacia la mesa en que había jugado la abuela. No había allí mucha gente, así que pude ocupar pronto un buen lugar (…)Yo no calculaba, ignoraba incluso el último número que había salido y no me informé siquiera, según cuidan de hacer todos los jugadores metódicos antes de empezar a jugar.
Saqué mis veinte federicos y los puse en el passe.
-         ¡Veintidós! -dijo el croupier.

PREGUNTAS
1.- Fiódor Dostoievski y su época 
2.- El Jugador y la obra de Dostoievski
3.- Exponga el tema del fragmento y relaciónelo con el resto de El Jugador.
4.- Analice los aspectos formales del texto
5.- Exponga su valoración personal y comente la influencia de esta obra en la cultura.


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